La presoterapia es una terapia física que se usa en fisioterapia para aquellas patologías que cursan con un déficit circulatorio, tanto para problemas de retorno venoso como problemas linfáticos. Es una técnica fácil y sencilla de aplicar, además de no dolorosa, y está especialmente indicada en patologías que cursen con retención de líquidos, edemas, linfedemas, pesadez de piernas o principios de varices, y en embarazadas (previa consulta con el fisioterapeuta).
En trastornos graves del sistema linfático, es recomendable que se use como técnica complementaria a otras técnicas de fisioterapia como podría ser el drenaje linfático.
El equipo de presoterapia consta de un compresor que se encarga de introducir aire a presión de manera intermitente en el interior de unos manguitos o botas preparados especialmente para ello, y que permiten introducir los brazos o las piernas. Su funcionamiento se basa en dos principios: por un lado, el estímulo de presión hace que el líquido extravasado retorne a la circulación evitando los problemas que derivan del estancamiento venoso o linfático, y por otro lado, el efecto masaje que produce facilita también la circulación venosa y linfática, además del efecto relajante, disminuyendo el grado de tensión muscular.
Como cualquier otra técnica, puede que en casos concretos esté contraindicado (problemas coronarios, tromboflebitis, infecciones…), con lo que siempre se realizará una valoración previa por parte del profesional.
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